martes, 22 de noviembre de 2011

Teoría Planetesimal

La palabra planetesimal viene del concepto matemático infinitesimal, y literalmente significa "planeta infinitamente pequeño"
Aunque el nombre se aplica siempre a pequeños cuerpos durante el "proceso" de formación de los planetas, algunos científicos usan la palabra también como término general para referirse a muchos cuerpos menores del Sistema Solar (tales como asteroides y cometas) que sobrevivieron al proceso de formación. 
La teoría moderna de los planetesimales es la teoría actualmente más aceptada en cuanto a los acontecimientos de la más remota historia del sistema solar para la formación de los planetas:

Una nube de gas o polvo interestelar (la «nebulosa solar») resulta perturbada y se colapsa por su propia fuerza gravitatoria. La perturbación aludida pudo ser, por ejemplo, la de una onda de choque procedente de una supernova cercana.
A medida que el volumen de la nube se reduce, en el curso del colapso gravitatorio, la temperatura y la presión aumentan en su zona central, hasta alcanzar niveles suficientes como para vaporizar las partículas de polvo. Se supone que la fase inicial de colapso tuvo una duración de unos 100.000 años. El Sol se habría formado entonces en la región central, más densa. La temperatura es tan alta cerca del Sol que incluso los silicatos, relativamente densos, tienen dificultad para formarse allí. Es más fácil para el polvo y vapor de hierro aglutinarse cerca de la región central de una nebulosa solar que para los silicatos más ligeros. A grandes distancias del centro de la nebulosa solar, los gases se condensan en sólidos.
La presión y temperatura de la zona central alcanzan niveles suficientes como para permitir el nacimiento de una protoestrella. El resto de la masa de gas fluye en torno al nuevo astro, en parte entrando en orbita en su torno, en parte precipitándose sobre él y aumentando su masa. La razón de que parte de esa materia entre en órbita es que posee un movimiento de rotación, y las fuerzas de inercia asociadas a ese movimiento hacen que se forme un disco de acreción en torno a la estrella. La materia que forma el disco va enfriándose, perdiendo gradualmente energía por radiación.

Primera parada: según los detalles del caso, la masa de gas en órbita en torno a la protoestrella/estrella puede no ser estable y terminar colapsándose y formando otra estrella, con lo que tendremos un sistema doble. Si no el gas se enfriará lo bastante como para que pasen a fase sólida, en forma de partículas, diversos metales y minerales, formándose pequeñas masas de metal, roca y hielo. Para los metales, la condensación ocurriría mucho antes, ya en el momento de la formación del disco de acreción, (hace unos 4.550 - 4.560 millones de años, según mediciones de la proporción de isótopos en meteoritos). Los minerales que formen partículas rocosas se condensarían algo más tarde (hace entre 4.400 y 4.550 millones de años.
Las partículas de ese polvo empiezan a chocar entre ellas, formando acumulaciones de cada vez mayor tamaño, hasta alcanzar dimensiones comparables con las de un asteroide pequeño. 

El crecimiento sigue y sigue. Cuando alguno de estos conglomerados alcanza una masa suficiente como para producir una fuerza gravitatoria significativa. Su gravedad (incluso si es muy pequeña) le da ventaja sobre otros conglomerados de menor tamaño, atrayendo un mayor número de partículas pequeñas y, de manera muy rápida, los objetos grandes acumulan toda la masa cercana a su órbita. El tamaño final que alcancen depende de su distancia a la estrella central y de la composición de la nebulosa protoplanetaria
En el sistema solar, las teorías sobre su formación sostienen que, en el interior del sistema, ese tamaño corresponde al de un gran asteroide, o al de nuestra Luna. En cuanto a la parte exterior del sistema solar, la masa planetaria sería entre una y 15 veces la de la Tierra. Habría un gran «salto» en tamaño en un lugar entre las órbitas de Marte y Júpiter, y la energía radiada por el Sol habría mantenido el agua no en forma de hielo, sino de vapor, a distancias menores, de modo que la cantidad de materia sólida, aglomerable sería mucho mayor más allá de cierta distancia critica. 
Se cree que la acreción de estos planetesimales se produjo a lo largo de un intervalo de tiempo de entre unos cientos de miles hasta veinte millones de años, y los planetas más lejanos habrían sido los últimos en formarse.
En el momento del relato en que nos encontramos, un millón de años después del enfriamiento de la nebulosa, la estrella generaría un fuerte viento solar, que habría barrido todo el gas residual de la nebulosa protoplanetaria. Si un protoplaneta tenía masa suficiente su gravedad habría capturado parte de esos gases, convirtiéndose el planeta en un gigante gaseoso. Si no, permanecería siendo un cuerpo rocoso o formado por hielo.

En este punto, el sistema solar estaba compuesto solamente de cuerpos protoplanetarios sólidos y gigantes de gas. Los planetesimales seguirían chocando entre si a menor ritmo y formando acumulos de mayor masa. Es muy posible que en las fases iniciales de la formación de la Tierra fuese un gigante gaseoso, y que sólo al perder la atmósfera ligera, tanto por escape del hidrógeno, como por calentamiento del Sol, quedase el núcleo sólido.
Finalmente, tras el paso de entre diez y cien millones de años, terminamos con unos diez planetas, en órbitas estables, y eso es el sistema solar. Estos planetas, así como sus superficies pueden haber resultado con fuertes modificaciones debido a las ultimas colisiones importantes que hayan sufrido



Composición del sistema solar

Sol:
es una estrella del tipo espectral G2 que se encuentra en el centro del Sistema Solar, constituyendo la mayor fuente de energía electromagnética de este sistema planetario.
 Planetas:
un cuerpo celeste que:
  1. Orbita alrededor de una estrella o remanente de ella.
  2. Tiene suficiente masa para que su gravedad supere las fuerzas del cuerpo rígido, de manera que asuma una forma en equilibrio hidrostático (prácticamente esférica).
  3. Ha limpiado la vecindad de su órbita de planetesimales, o lo que es lo mismo tiene dominancia orbital.
Planetas interiores o terrestres: Mercurio,Venus, Tierra y Marte.
Planetas exteriores o gigantes: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Planetas enanos: 
cuerpo celeste que:
 
  • Está en órbita alrededor del Sol.
  • Tiene suficiente masa para que su propia gravedad haya superado la fuerza de cuerpo rígido, de manera que adquiera un equilibrio hidrostático (forma casi esférica).
  • No es un satélite de un planeta u otro cuerpo no estelar.
  • No ha limpiado la vecindad de su órbita.   
Aquí se incluye Ceres, Plutón y Eris. 
 
Satélites:
Son cuerpos celestes que giran en torno a los planetas, la Luna, es el satélite de la Tierra.  

 Cuerpos menores del sistema solar:
Asteroides
Cometas

martes, 25 de octubre de 2011

La vía Láctea

La Vía Láctea es la galaxia espiral en la que se encuentra el Sistema Solar y, por ende, la Tierra. Según las observaciones, posee una masa de 1012 y es una masas solaresespiral barrada; con un diámetro medio de unos 100.000 años luz, se calcula que contiene entre 200 mil millones y 400 mil millones de estrellas. La distancia desde el Sol hasta el centro de la galaxia es de alrededor de 27.700 años luz (8.500 pc, es decir, el 55 por ciento del radio total galáctico). La Vía Láctea forma parte de un conjunto de unas cuarenta galaxias llamado Grupo Local, y es la segunda más grande y brillante tras la Galaxia de Andrómeda (aunque puede ser la más masiva, al mostrar un estudio reciente que nuestra galaxia es un 50% más masiva de lo que se creía anteriormente. ).


El nombre Vía Láctea proviene de la mitología griega y en latín significa camino de leche. Ésa es, en efecto, la apariencia de la banda de luz que rodea el firmamento, y así lo afirma la mitología griega, explicando que se trata de leche derramada del pecho de la diosa Hera. Sin embargo, ya en la Antigua Grecia un astrónomo sugirió que aquel haz blanco en el cielo era en realidad un conglomerado de muchísimas estrellas. Se trata de Demócrito (460 a. C. - 370 a. C.), quien sostuvo que dichas estrellas eran demasiado tenues individualmente para ser reconocidas a simple vista. Su idea, no obstante, no halló respaldo, y tan sólo hacia el año 1609 d. C., el astrónomo Galileo Galilei haría uso del telescopio para observar el cielo y constatar que Demócrito estaba en lo cierto, ya que adonde quiera que mirase, aquél se encontraba lleno de estrellas.

En un lugar del universo...

La astronomía es la ciencia que se ocupa del estudio de los cuerpos celestes del Universo, incluidos los planetas y sus satélites, los cometas y meteoroides, las estrellas y la materia interestelar, los sistemas de estrellas llamados galaxias y los cúmulos de galaxias; por lo que estudia sus movimientos y los fenómenos ligados a ellos.

En el mundo clásico la principal teoría era... 
La Teoría geocéntrica es una antigua teoría de ubicación de la Tierra en el Universo. Coloca la Tierra en el centro del Universo, y los astros, incluido el Sol, girando alrededor de ella. El modelo geocéntrico entró en la astronomía y filosofía griega, desde sus inicios. Fue creada por Ptolomeo.